Es fascinante observar el panorama de la madera ingenieril en el mundo. El material, que antes parecía olvidado por la modernidad, ha resurgido con fuerza, enfrentando desafíos significativos pero también revelando oportunidades prometedoras. El atractivo estético y arquitectónico de la madera ingenieril, junto con su asociación intrínseca a la sostenibilidad, ha sido un catalizador para su aumento expresivo en proyectos nacionales e internacionales.
Gracias a los avances tecnológicos y las investigaciones sobre los límites y posibilidades de este material, hemos presenciado un salto significativo en el desarrollo tecnológico y científico relacionado con la madera en la construcción civil. Edificios alrededor del mundo están siendo construidos con estructuras de madera, impulsados por el creciente interés en soluciones sostenibles y basadas en recursos renovables, una demanda tanto del público como de arquitectos/as y sus clientes.
La esencia sostenible de la madera como materia prima renovable es innegable. Durante el crecimiento de los árboles, el dióxido de carbono es absorbido y, al ser utilizado en la construcción, la madera mantiene ese carbono almacenado, contribuyendo a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. La industrialización, a su vez, demanda menos energía debido al proceso de fabricación más eficiente de las piezas, reduciendo el desperdicio de material y reforzando su perfil sostenible.
La notable relación entre resistencia y peso, acompañada de las características táctiles, visuales y olfativas únicas de la madera ingenieril, la solidifican como una elección altamente atractiva en la arquitectura contemporánea. Su ligereza y facilidad de manipulación no solo proporcionan eficiencia en el transporte, sino que también aceleran el proceso constructivo, minimizando interrupciones.
Sin embargo, para aprovechar al máximo estas ventajas, la integración efectiva entre sectores clave como el forestal, maderero, arquitectura e ingenierías es fundamental. La ausencia puede resultar en desafíos operacionales, desde el manejo inadecuado de la materia prima en el campo hasta la falta de procesos adecuados de secado y almacenamiento de la madera, impactando la producción de piezas estructurales y la calidad de las estructuras.
La falta de comprensión sobre las sutilezas de la madera por parte de los profesionales de la arquitectura también puede requerir ajustes significativos en los proyectos, afectando a los profesionales responsables del presupuesto, logística y montaje. En este contexto, la concepción arquitectónica asume un papel crucial. Al concebir un proyecto con estandarización modular, optimización de vanos y espacios abiertos, y sistemas constructivos híbridos con uso estratégico de materiales, el profesional no solo está moldeando espacios, sino que está delineando el futuro sostenible de la construcción civil. En el contexto de la madera ingenieril, esta tarea adquiere una importancia adicional. Un proyecto bien elaborado va más allá del simple uso de la madera; abraza las características específicas de este material de manera estratégica.
Maximizar los beneficios de la madera no es solo una cuestión de elección estética, es un imperativo para garantizar eficiencia estructural y económica. La comprensión profunda de la resistencia y ligereza de la madera permite a los arquitectos y arquitectas optimizar la distribución de cargas, un aspecto esencial en la eficiencia estructural.
Al distribuir las cargas de manera eficiente, identificando áreas críticas que requieren mayor resistencia estructural e integrando el uso de otros materiales combinados con la madera, es posible reducir la cantidad de material necesario, lo que a su vez tiene un impacto directo en la reducción de costos. Esta optimización no es solo una estrategia financiera inteligente, sino un compromiso ineludible con la sustentabilidad ambiental. También conserva recursos, ya que reduce la huella de carbono asociada con la producción y transporte de estos productos.
Reducir costos va más allá de ser una ventaja económica, es un paso fundamental en la democratización de la construcción sostenible. Al disminuir las barreras financieras, los proyectos de madera ingenieril se vuelven más accesibles, fomentando una mayor adopción de esta práctica en la construcción civil. La concepción arquitectónica, por lo tanto, moldea estructuras al mismo tiempo que influye en la accesibilidad y la inclusión, haciendo que la sustentabilidad sea una realidad alcanzable para una gama más amplia de proyectos y presupuestos.
Además de los aspectos estructurales y económicos, la concepción también desempeña un papel esencial en la preservación ambiental a largo plazo. La consideración de la durabilidad de la madera a lo largo del tiempo, incluyendo su protección adecuada contra la humedad e insectos, es una faceta crítica del proceso de diseño. Los proyectos que incorporan estrategias efectivas de preservación contribuyen a la longevidad de las estructuras, reduciendo la necesidad de reemplazos frecuentes y minimizando el desperdicio.
El énfasis en la prefabricación y el montaje es un enfoque estratégico para optimizar la eficiencia de la construcción. Esta metodología agiliza el proceso constructivo, reduciendo las interrupciones en obra, además de garantizar una mayor precisión en la fabricación, minimizando desperdicios y retrabajos.
Al observar la importancia del diseño arquitectónico en la construcción civil con madera de ingeniería, queda claro que no nos referimos sólo a la estética y la forma. Estamos hablando de orquestar un futuro sostenible, donde cada detalle, desde la elección de materiales hasta el diseño estructural, se planifique cuidadosamente para optimizar la eficiencia, reducir costos y mitigar los impactos ambientales. En este escenario, los profesionales de la arquitectura se convierten en agentes de cambio, dando forma a espacios visibles e influyendo en los cimientos invisibles de una construcción más sostenible. Son los arquitectos/as de un mañana en el que la madera de ingeniería, además de ser una opción constructiva, puede convertirse en una respuesta esencial a los desafíos medioambientales y económicos.
La evolución de la formación académica en arquitectura para incluir la ingeniería en madera es más que una respuesta a la demanda del mercado; es una necesidad de transformar la mentalidad de los futuros arquitectos/as. Dotar a esta generación de conocimientos técnicos y pasión por la innovación y la sostenibilidad es fundamental para dar forma al futuro de la arquitectura global. Además, para superar los desafíos que enfrenta la construcción civil con madera, es vital promover una integración efectiva entre los diferentes sectores involucrados, fomentar asociaciones estratégicas y establecer redes de conocimiento.
Superar los desafíos de la construcción civil con madera de ingeniería requiere un enfoque holístico y colaborativo. La construcción sostenible con este material no es sólo una alternativa viable; sino una respuesta imperativa a los desafíos ambientales y económicos del siglo XXI. Visualizamos un futuro en el que la madera ingenieril no solo desafía las barreras actuales, sino que redefine los estándares de la arquitectura brasileña, marcando una era de innovación y sostenibilidad.